En San Juan gran parte de la actividad ganadera caprina y bovina ocurre en áreas de bosque nativo (algarrobales, zampales, pastizales y otras comunidades mixtas); diversos estudios han sido realizados recientemente en el Monte y el Chaco árido sanjuanino sobre el sistema de ganadería extensiva (Carmona et al., 2020; Tapia et al., 2017; Carmona et al.; 2016; Liquitay et. al., 2016; Scaglia J., 2014;
Martinelli, M. y J. Scaglia. 2014; Martinelli, M. y E.
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En San Juan gran parte de la actividad ganadera caprina y bovina ocurre en áreas de bosque nativo (algarrobales, zampales, pastizales y otras comunidades mixtas); diversos estudios han sido realizados recientemente en el Monte y el Chaco árido sanjuanino sobre el sistema de ganadería extensiva (Carmona et al., 2020; Tapia et al., 2017; Carmona et al.; 2016; Liquitay et. al., 2016; Scaglia J., 2014;
Martinelli, M. y J. Scaglia. 2014; Martinelli, M. y E. Martinez Carretero, 2014). Un análisis de los resultados obtenidos por más de una
década permite caracterizar estos sistemas y pensar el manejo integrado ganadería-bosque nativo a partir de fortalezas intrínsecas, tales como la estructura y la composición de las pasturas naturales, el manejo estacional del ganado y aspectos culturales singulares.
Los sistemas de producción caprinos y bovinos cumplen una importante función en la economía local de los ambientes áridos y semiáridos. Estos sistemas ganaderos son principalmente extensivos y de subsistencia, se desarrollan sobre grandes extensiones de pasturas naturales empobrecidas en un bosque degradado, con bajas a muy bajas receptividades ganaderas y en comunidades rurales con serias dificultades de acceso al agua y a la tierra en gran medida. No obstante, las poblaciones rurales en estas zonas de la provincia presentan una determinada identidad con la producción ganadera, actividad que se integra con otras relacionadas al uso de los recursos naturales: la producción en bañados y pequeñas chacras, producción de diversas artesanías, usos del monte para medicina y alimento, apicultura, entre otras actividades. No obstante, y debido principalmente a la ausencia de políticas públicas destinadas a los pequeños productores y agricultores familiares, es notable en algunos sitios la progresiva reducción de esta actividad productiva.Las zonas áridas cubren casi 5.2 billones de hectáreas o el 40% del planeta tierra, donde viven aproximadamente el 30% de
la población mundial y contienen 7 de los 25 puntos calientes de biodiversidad. En Argentina, la Región Árida representa el 51,50% de la superficie.
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