Las prácticas y sentidos del patrón de consumo de hortalizas frescas. El caso de la Asociación Amas de Casa del País, Provincia de San Juan, Argentina (2018-2021)

Abstract

El problema de investigación se desarrolla en torno al bajo consumo de hortalizas en la población argentina en general, y en esta tesis, se toma como objeto de estudio un caso particular, la asociación de Amas de Casa del País de la provincia de San Juan (ACP). Trabajos previos con la asociación Amas de Casa nos brindan la oportunidad de analizar las variables sobre el consumo en los hogares de algunas familias de San Juan. Dado que es en el hogar dónde se configura la mayor parte de los sentidos y prácticas que asume el patrón de consumo alimentario. Por ello el objetivo de esta tesis es conocer cómo se construye el patrón de consumo de hortalizas en fresco de los hogares vinculados a la asociación de Amas de Casa del País. Se entiende por patrón de consumo alimentario al grupo de alimentos que culturalmente consume el individuo, la familia o grupos de familias de forma habitual en un período estimado de tiempo. El diseño de investigación utilizado es flexible (en el sentido de Vasilachis, 2006) y desde la perspectiva método cualitativo de estudio de casos, permitiendo focalizar en los sentidos y prácticas del consumo hogareño. Para lograr una descripción real sobre la forma de construir el patrón de consumo de hortalizas en los hogares seleccionados, se realiza observación de las prácticas utilizando técnicas vinculadas al método etnográfico. A su vez, desde un enfoque nutricional, se evalúan los tipos de alimentos que constituyen el actual patrón de consumo, teniendo en cuenta cantidad, calidad, y variedad nutricional. Los resultados de esta investigación evidencian que el patrón de consumo hortícola se construye sobre la base de nueve especies hace más de tres generaciones. A pesar de que la frecuencia, variedad y cantidad del consumo de hortalizas por integrantes apenas si llega a los 100 gramos por persona al día, en el imaginario de las familias estudiadas, las hortalizas ocupan un rol central en las comidas y las cocinas de los hogares. El consumo hortícola se sostiene a través de prácticas culinarias que incluyen métodos de cocción como el hervido y la fritura, y de conservación como el congelado doméstico e industrial. A su vez, las comidas y las cocinas que se desprenden de este patrón de consumo se enmarcan en el ahorro, tanto de tiempo para cocinar como de combustible (gas envasado y electricidad). Las implicancias de este patrón de consumo en la salud de los integrantes de las familias se visibilizan en cuerpos con hígado graso, obesidad y trastornos de la conducta alimentaria (anorexia y bulimia). Un hallazgo de esta tesis, son los significados que esconde este patrón de consumo al interactuar con infancias que aprendieron a cocinar por necesidad de alimentarse y de cocinar a los otros (el grupo) en un marco de desigualdades sociales, económicas y de las tareas de cuidado.

The research problem is developed around the low consumption of vegetables in the Argentinean population in general. In this thesis, a particular case is studied: the association of Housewives of the Country from the province of San Juan (ACP). Previous work with the Housewives association provides the opportunity to analyze variables related to consumption in the household of some families in San Juan. Since the home is where most of the meanings and practices of the dietary consumption pattern are formed, the objective of this thesis is to understand how the pattern of fresh vegetable consumption is constructed in households associated with the Housewives association of the Country. The dietary consumption pattern is understood as the group of foods that an individual, family, or groups of families culturally consume habitually over an estimated period. The research design used is flexible (in the sense of Vasilachis, 2006) and from a qualitative methodological perspective of case study, allowing for a focus on the meanings and practices of household consumption. To obtain a real description of how the pattern of vegetable consumption is constructed in the selected households, observation of practices is conducted using techniques linked to ethnographic methods. Furthermore, from a nutritional perspective, the types of foods that make up the current consumption pattern are evaluated, considering quantity, quality, and nutritional variety. The results of this research show that the horticultural consumption pattern is based on nine species consumed for over three generations. Even though the frequency, variety and quantity of vegetable consumption per member barely reaches 100 grams per person per day, in the perception of the studied families, vegetables play a central role in meals and household kitchens. Vegetable consumption is supported by culinary practices that include cooking methods such as boiling and frying, and preservation methods such as domestic and industrial freezing. Additionally, the meals and kitchens emerging from this consumption pattern are part of the savings, both in cooking time and fuel (bottled gas and electricity). The implications of this consumption pattern on the health of family members are evident in bodies with fatty liver, obesity and eating disorders (anorexia and bulimia). One finding of this thesis is the meanings embedded in this consumption pattern when interacting with childhoods that learned to cook out of necessity to feed themselves and others (the group) in a framework of social, economic and care inequalities.