Does climate change cause conflict? Damned if you do, damned if you don’t

Abstract

Using detailed data on conflict-related incidents in Indonesia, we exploit seasonal variation in the relationship between rainfall and agricultural production to study the mechanism linking climate change and conflict. Furthermore, we ask whether irrigation and dam infrastructure help mitigate this link. We find that wet-season rainfall decreases production while rainfall during the dry season is beneficial for production. If agriculture is the mechanism through which climate change affects conflict, then we should expect the opposite effect on conflict, but with one-year lag. Our results show that, as expected, dry-season rainfall decreases conflict in Indonesia and in agricultural regions like Java, while wet-season rainfall increases conflict. In the latter, we find that irrigation increases conflict instead of reducing it. For Indonesia, irrigation reduces the effect of conflict during the dry season and amplifies it during the wet season. A plausible explanation is that the irrigation network is not well adapted to agriculture necessities which could generate civil unrest when a weather shock occurs. A policy that aim to reducing the impact of climate change on civil conflict should consider these drawbacks.

Utilizando datos detallados sobre incidentes relacionados con conflictos en Indonesia, explotamos la variación estacional en la relación entre las precipitaciones y la producción agrícola para estudiar el mecanismo que vincula el cambio climático con los conflictos. Además, nos preguntamos si la infraestructura de riego y embalses ayudan a mitigar este vínculo. Encontramos que las lluvias en la estación húmeda disminuyen la producción, mientras que las lluvias durante la estación seca son beneficiosas para la producción. Si la agricultura es el mecanismo a través del cual el cambio climático afecta a los conflictos, entonces deberíamos esperar el efecto contrario en los conflictos, pero con un retraso de un año. Nuestros resultados muestran que, como se esperaba, las lluvias de la estación seca disminuyen el conflicto en Indonesia y en regiones agrícolas como Java, mientras que las lluvias de la estación húmeda aumentan los conflictos. En este último caso, encontramos que el riego aumenta el conflicto en lugar de reducirlo. Para Indonesia, el riego reduce el efecto del conflicto durante la estación seca y lo amplifica durante la estación húmeda. Una explicación plausible es que la red de riego no está bien adaptada a las necesidades agrícolas, lo que podría generar disturbios civiles cuando se produce mal tiempo. Una política encaminada a reducir el impacto del cambio climático en los conflictos civiles debería tener en cuenta estos inconvenientes.